Esta noche he dormido fatal. Justo ahora hay luna llena y mucha gente aquí dice que no pueden dormir bien con la luna llena. Curioso cuanto menos. Yo no noto nada raro en mí, y menos no querer dormir. Pero las vacas sí que están más alteradas y los gatos jaja. Tampoco he vivido eso tan típico de Madrid de "no puedo dormir con este calor". Not my style! El problema ha sido lo contrario. No me esperaba que volviera este frío, qué horror, he tenido que buscar la manta a las 5 de la mañana o a saber. Dicen que mañana vuelve el verano... tiempo loco. Espero tener una buena despedida =).
En fin, no tiene sentido hablar de cuando no duermo cuando lo que más hago es dormir. El tema de conversación en Camphill siempre es todo lo que se engorda aquí, porque solo se piensa en comida todo el rato y la gente se ceba. Yo también me he pasado un poco de la raya, pero el mayor problema es que no me muevo ni a tiros. Unas cuantas veces he salido a correr y ya podía llevar horas sin llover que, en cuanto me ponía el chandal y me alejaba 10 minutos, empezaba a caer. Así no se puede. Me muero por volver al sol/calor T.T
Esto es un poco reflexivo (pa' mí), estos días no puedo evitar hacer recuento de lo que ha pasado y pensar en lo que vendrá. Yo lo escribo y por lo menos que Blanki no pueda decirme que no actualizo jaja. Ya haré algo de interés general mañana (espero) contando todas las comidas típicas o no tan típicas que he descubierto aquí, cerrando el tema, o lo que hemos hecho hoy por San Juan. Y por lo menos que sirva como excusa para que nadie se asuste si vuelvo rodando a Madrid jajaja.
Y así de paso empiezo hablando del jardín, que es increíble, está creciendo más y más y tenemos DE TODO. Coliflores enormes, remolacha, guisantes (la primera vez que los veo en la vaina, ¡qué monos jaja!). Todo, parece magia. Si no fuera tan vaga plantaría algo en mi casa jajaja.
No solo los guisantes molan. La planta entera es chulísima.
Y aún hay más campos... ¡locura!
Comer en Irlanda... puede ser lo único que hagas si te descuidas. Ayer mismo vi un oferta de "lava aquí tu coche y te invitamos a un té".
Algo asín
Cosas que en Madrid nunca se relacionarían, pero aquí la gente es feliz comiendo en todas las ocasiones posibles. Y te acostumbras rápido. Al principio me sorprendía, en serio. Celebración o día especial o fiesta, sea lo que sea donde sea equivale a comilona.
Especialmente en Camphill, que tenemos kilos de comida y mucha gente dispuesta a cocinar y hacer tartas =P. Tengo que volver a saber lo que es pasar hambre urgentemente, que ya me he recuperado bastante de los años de universidad sin tiempo para comer y durmiendo 5 horas al día (lo de dormir más de 8 horas al día espero mantenerlo unos añitos más =P). Pero creo que he hecho bien disfrutando estos meses de todos los alimentos sanos del jardín, el río y la granja. No creo que vuelva a ver la comida "normal" de la misma forma. De hecho pienso que lo de comer carne se va a acabar pronto para mí, entre unas razones y otras, pero eso es un pensamiento que siempre ha estado ahí y está en el aire aún jaja.
Lo primero es controlar el ansia por los dulces que me posee y que es más que innecesario.
Me he dejado llevar por las costumbres alemanas y su amor por el chocolate. Me encanta el dulce y casi nunca tomo nada en Madrid (excepto el Cola Cao con galletas, que es sagrado), así que cuando llegué aquí y vi tantos postres caseros no me dio por decir que no, y seguí la corriente.
Pero hace unas semanas me di cuenta de que soy una yonki del azúcar y no mola. De hecho, hasta he aborrecido los brownies y algunas tartas. ¡Los brownies! ¿Por qué a mííí? Con la ilusión que me hacían antes...
Lo que es seguro es que trabajar aquí te hace comer más. Y no solo porque tienes todo a tu alcance. También por la rutina tan marcada por las comidas que tenemos.
Mi cesta y parte de "la tienda". Las cestas molan, no se clavan en la mano como las bolsas de plástico.
Normalmente en casa me levanto como un zombi, como un poco lo primero que pillo mientras sigo dormida, sin sentir ni padecer y salgo corriendo. Para llegar por la noche y comer algo rápido o ni eso pensando en pillar la cama. Pero aquí comer es parte del trabajo. Y me levanto una hora antes para preparar un enorme desayuno para toda la gente. Y por supuesto tengo que ducharme y vestirme sin desayunar, cosa que nunca he podido hacer antes. Cuando llega el momento del desayuno estoy lo suficiente despierta como para saber que tengo el estómago vacío y con ganas de comer todo lo que he estado preparando. Y ya lo peor de todo es cuando la gente va viniendo al desayuno pero no todos a la vez. Hay días que estoy una hora compartiendo desayuno con la gente que va yendo y viniendo y claro. Ahí sentada y aburrida dando conversación con toda la mesa puesta... ¿qué voy a hacer? ¡Comer!
Comer siempre ha sido una forma de matar el aburrimiento, y se ve que la vida es más emocionante en Madrid yendo y viniendo, porque solo me apetecía picar algunas chuches o patatas algún fin de semana por la tarde. Nunca viene a cuento un día normal. Aquí estamos apalancadísimos estos meses. Antes íbamos todos los fines de semana de fiesta y muchos miércoles al karaoke. Luego empezamos a ir menos y las últimas veces que he salido ha sido con la gente de Omagh, no con el resto de voluntarios (¡necesito moverme!). Ellos están aquí toda la noche comiendo helado o de barbacoa o lo que se tercie. No está mal el plan, mola estar aquí con la gente sin tener que moverse y hablar, etc, y el paisaje, la puesta de sol, la hoguera, el río... todo es genial, pero es demasiado vago ¡hasta para mí! En Omagh entre que cambias de local y sales y entras y buscas un taxi... por lo menos te mueves y ves algo diferente, no sé. También me gusta mucho normalmente hacer planes y organizar mil quedadas el mismo día y mil cosas que hacer en una semana y aquí no puedo organizar nada. No hay gente con la que quedar, ni transporte, ni tiempo teniendo que trabajar los fines de semana.
En cuanto a la comida, lo "bueno" es que no me hará falta fuerza de voluntad para volver a los buenos hábitos: todo apunta a que voy a pasar algo de hambre en Corea jaja. Si no sufro un poco en las aventuras no tiene tanta emoción. Me tomo esto como coger reservas para el mes que me espera =).
Lo de dormir en los tatamis no me hará tanta gracia como cuando lo veo en la tele. Puff... normalmente en los festivales ya la segunda noche me duele la cadera durmiendo en la esterilla... que estoy mayor -.-
Tengo que buscar una solución. Al menos no me harán acampar... todos los días -.-
Para colmo ahora estoy con el esguince, de reposo... lo que se traduce en no poder ir a Omagh andando e intentar estar tumbada con el pie en alto lo máximo posible. Mi corazón no me lo agradecerá jaja pero espero que mi pie sí. Es un rollo pero realmente lo quiero curado para la semana que viene y para Corea, si no va a ser todo muy duro. La cosa va bien pero es muy a contrarreloj.
Los últimos meses, cuando me di cuenta de que había adaptado mi estilo de vida a guiarme por las comidas y querer dormir (esto es más bien solo propio de mí) decidí cambiarlo y empecé a tomar café. Pasé de nada a unas 3 tazas tochas al día de repente y sin ningún efecto xD eso ya lo sabía yo. Empecé a hacer más cosas porque hacía solecito y tenía "mucha motivación" y no pasaba por la habitación a la hora de la siesta (más bien por esto) pero seguía pudiendo dormirme en cualquier momento y cualquier lugar. ¡Qué le voy a hacer! jaja
En fin. Para que me queje del poco movimiento yo con lo vaga que soy, ya tiene que parecerme grave. Y no, no tengo fuerza de voluntad para cambiarlo así porque sí por mí misma. La vida de ciudad al final es más activa sin quererlo. Mis carreras con el estómago vacío al autobús, el metro, el otro metro y el otro autobús. O a coger la maldita renfe que siempre se me escapa y luego tarda 10 minutos. Escaleras pa' arriba escaleras pa' bajo arrasando a todos los lentos, que en realidad son gente normal que sale con tiempo de su casa, algo imposible para mí (incluso aquí que vivo a 2 minutos del trabajo -.-). O no picar en el trabajo porque los compañeros te miran si haces ruido al mascar y el jefe cuenta las veces que sales a la máquina de café jaja. Yo le veo el lado positivo a todo, y ahora he visto que hasta el estrés lo tiene.
Cuando estaba estresada me quejaba de todo lo que lo provocaba pero por lo menos tenía energía para gritarlo. Aquí estoy como viendo pasar las nubes y los animalitos y las puestas de sol y cuando no estoy durmiendo estoy en un estado muy similar, siempre contenta, eso sí. La vida de campo jaja. Me gusta pero para cuando sea más mayor. Aún necesito el movimiento de la ciudad y ver pasar desconocidos y notar la vitalidad en el ambiente. No es necesario que sea una ciudad tan grande como Madrid... pero esto de vivir con calma y sin rebeldía es aburridillo. Echo de menos liarla cantando en el metro o gritar por la calle o en general las típicas idioteces en las que liberas el estrés los fines de semana y que luego las recuerdas y te ríes de lo estúpido que fue. Es demasiado pronto para madurar del todo. También supongo que echo de menos pensar. Pasar de la universidad, todos los días aprendiendo cosas nuevas y poniéndolas a prueba en los ejercicios y los exámenes a estar aquí con las mismas conversaciones todos los días especialmente con los villagers me mantiene en el estado contemplativo en el que veo cada vez menos cosas que despierten de verdad mi interés. Eso está claro, los 2 primeros meses aprendí muchísimo, mil cosas cada día y luego y cuando te acostumbras y entras en la rutina, lo de aprender decae. Me da mucha pena irme, pero sería un locura estar aquí mucho más tiempo. Mi inglés sí que ha seguido mejorando al estar más adaptada, ya doy buenas chapas cuando pillo a alguien por banda. Me da mucha pena dejarlo, ahora que ya empiezo a pensar en inglés jaja, igual aquí la gente me prefería calladita xD.
Por otra parte ha estado genial tener taaanto tiempo para mí misma y estoy muy orgullosa de todas las series, películas y libros que me estoy tragando jaja. Y a la vez tanto tiempo para sociabilizarme jaja.
Con todo esto me quedo con 3 propósitos para la vida a corto plazo, que me serán más fáciles en Madrid: dejar de cebarme, dejar de estar adormilada y el difícil... ¡ignorar Internet! Para sacar tiempo para hacer todo lo que me hace feliz, incluyendo dormir. Está claro que es la clave, pero dudo que lo consiga xD.
Las imagenes finales, mis favoritas. Parecia imposible q t cnsaras d vaguear y dormir, pero has encontrado un lugar n el mundo dnde asi es. Tiene q ser un sitio especial sin duda. Esperando el "Carol x el mundo: Korea" ;)
ResponderEliminarjajaja yo también lo estoy esperando! va a ser frikindario! ^^
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