Y sigamos con la Semana Santa, ¡a ver si me acuerdo de todo!
El viernes por la noche yo pensé en ir de fiesta para que Xema conociera el ambiente de los bares irlandeses de aquí, a mí me mola mucho, pero a él tampoco le hacía mucha ilusión y la gente por aquí prefería ir en plan discoteca así que nos quedamos en Sunrise comiendo tortitas con nocilla y mermelada y viendo el nuevo DVD que compré en Omagh ¡¡iiiiiiiih!! Adoro esta peli.
Buen plan, que además hacía mucho frío =).
Llegó el esperadísimo sábado. Todos los papis vinieron a recoger a la gente (¡descanso!) y a ver la obra por la mañana. Lástima no tener fotos, fue increíble. Se llamaba "El cuarto rey mago" y trataba la historia de Artaban, quien da nombre a una de las casas de la comunidad. Este rey iba con los 3 que todos conocemos a llevar piedras preciosas al niño pero se perdió. Cuando le encontró más de 30 años después dio la casualidad de que era justo el día de la crucifixión, vaya mala pata. Pero casi mejor porque habría quedado muy mal tardando tanto y sin regalos. Los regalos fue entregándolos por el camino realizando buenas obras en distintas situaciones.
Historia en Wikipedia
Algunos padres se quedaron a comer y mientras se despedían de ellos y eso estuvimos en el "conservatorio". Es mi sala favorita de Sunrise porque hace un efecto invernadero con los cristales y siempre se está muy calentito y al sol ahí, aunque fuera esté helando =).
Para aprovechar el buen tiempo, ya que no había ganas de ir a ninguna parte, fuimos a nuestro famoso Riverwalk a dar un vuelta y ver los animales y los campos.
¡Verde, que te quiero verde!
Foto morritos
Mañana de Pascua. Vale, sí, lo admito. Xema tenía razón. Los planes de ver puestas de sol y amaneceres nunca salen bien. Siempre se llega tarde. Pero en el caso de los amaneceres duele más por el madrugón T.T.
Encima con el cambio de hora me levanté a las... no sé... 5 y algo T_T. No solo no dormimos nada para llegar al mirador ya de día, sino que encima nos encontramos allí una misa presbiteriana creo a la que tuvimos que unirnos porque lo ocupaban todo jaja qué vergüenza, qué patético. Nunca más iré a ver un amanecer, lo prometo. Aunque las vistas eran bonitas y vimos un conejito de Pascua en el campo =) jaja (no es suficiente, no).
Cuando volvimos Xema se quedó tronchado y no le quise despertar para el megadesayuno de Pascua en Rainbow. La verdad que no lo disfruté mucho porque también estaba muriendo de sueño, pero fue increíble. Con salchichas, huevos, bacon, ensaladas de fruta, tartas, distintos panecillos recién hechos, mantequilla en forma de ovejitas y rollitos de canela formando una ovejita también. Esta foto es de Internet, pero Kristian los hace en las ocasiones especiales y son alucinantes.
Con la tripa llena me uní al descanso Zzz y despertamos con el tiempo justo para ir al Museo del folk. Es un sitio alucinante en el que se recrea la forma de vida de familias de emigrantes irlandeses en Irlanda y en América. Algunas de las casas son las originales traídas a la zona y reconstruidas piedra por piedra y otras son copias. En cada casa, granja, establecimiento, ves personajes vestidos de época que te cuentan cómo era aquello y hacen exhibiciones de los oficios. Es difícil no creer que viven allí de verdad. Las gitanas querían alquilarnos su carromato, daba mucho miedo jaja. En cada día festivo u ocasión especial ofrecen distintas "actuaciones" y actividades para los niños y solo cuesta 5 libras. Estoy segura de que volveré. En un par de semanas van de excursión los talleres de panadería y costura de Camphill.
Después de andar por este curioso museo y viajar a través de un barco de Irlanda a América y, sospechosamente, volver a Irlanda sin pasar por el barco, vimos el museo interior de entrada gratuita. También muy agradable y sobre la información y con un gran apartado dedicado al Titanic.
Para finalizar, vimos la tienda de regalos, nos dieron unos huevos de chocolate (con algo como chocolate blanco blandito por dentro o no sé qué estaban ñaam) y nos salimos para fuera que ya cerraban y Anja venía a buscarnos... o eso se suponía. Estábamos sin móvil perdidos en mitad de la nada y sin poder movernos por si Anja aparecía en algún momento. Los trabajadores salían y salían del museo y ya media hora después cuando salieron las últimas señoras tuve que pedirlas el móvil para llamar a Anja que se le había olvidado la hora porque estaban jugando a buscar el huevo de pascua en el Riverwalk. Con el frío y el sueño, lo grande que es el paseo y lo pequeño que es el huevo, no aguantaron mucho y se fueron a Columba House a tomar el té y los chocolates. ¡Qué típico también!
Cuando llegamos a casa vimos que por lo menos no se habían olvidado de nosotros del todo.
Y ya poco quedaba que hacer. Cenar y descansar para el hiking al día siguiente. Martin parecía con ganas de vernos cansados =).
Qué ganas tenía de subir el Slieve League, uno de los acantilados más altos de Europa con 601 m sobre el mar situado en la costa del condado de Donegal.
El camino fue muy divertido hablando y cantando y bailando mientras Martin conducía a toda pastilla el coche de 9 asientos por carreteruchas espantosas. ¡Montaña rusa! Hicimos paradita en la playa con un tiempo bastante malo y seguimos.
El tiempo cambió rápido, como no, aparcamos e iniciamos la ruta por un sendero rodeados de cabras montesas algo asustadizas jeje.
Llegamos al punto en el que andar no parecía tan divertido como la opción de ir por el camino de piedras y agujeros jajaja moló pero a ratos no sabía por dónde pisar. Y vimos las primeras vistas impresionantes.
A partir de ahí la marcha se volvió más dura, con el viento más fuerte que he sentido nunca y mucho frío y algunos bloques de nieve que seguían congelados. ¡Pero eso solo fue un motivo para trollear más!
A la vuelta íbamos mucho más calladitos en el coche jaja se notaba que habíamos gastado energía. Y Xema y yo hicimos una cena guay al estilo Camphill con salchichas de las vaquitas, salsa barbacoa creada por mí, patatas fritas al horno y rolls ñaaam.
Y las salchichas que sobraron las aprovechamos para llevar bocatas al día siguiente a Belfast. No tuvimos mucho tiempo porque me la liaron un poco por la mañana y tuvimos que hacer la cremería, pero tampoco íbamos con muchas prisas XD.
Y en Belfast pues nada. Paseito rápido por la ciudad que, personalmente, me encanta. Y visita al museo del Titanic que está muy bien pero es un poco timo.
Y al día siguiente mezcla de recuerdos por la despedida de Xema y expectativa por la llegada de mis padres, y ahí es cuando publiqué la primera parte de este resumen en la entrada anterior del blog, que podéis visitar si queréis entrar en un bucle infinito =D.
Qué decir... se han portado genial aquí dejándome muuchos ratos libres, dejando a Xema estar aquí como en su casa, planeándonos los días para hacer actividades que nos gustaron un montón y llevándonos a sitios y recogiéndonos, y especialmente el día de senderismo que pufff, si no nos hubieran llevado habría sido casi imposible. Y por supuesto el mayor agradecimiento a Xema que ha tenido que ahorrar mucho para poder visitarme pero creo que mereció la pena. Poca gente puede tener una experiencia tan distinta y hacer un tour así en pocos días ;) Y a mí me hizo mucha ilusióoooooon.
